Queridos hermanos sacerdotes, en el tiempo en que vivimos es particularmente importante que florezca en el «carisma de la profecía» la llamada a participar en el único Sacerdocio de Cristo en el Ministerio ordenado: hay una gran necesidad de sacerdotes que hablen de Dios al mundo y que presenten a Dios al mundo; hombres que no se dejen llevar por modas culturales pasajeras, sino que sean capaces de vivir auténticamente esa libertad que sólo la certeza de pertenecer a Dios puede dar. —Discurso de Su Santidad BENEDICTO XVI a los participantes en la Conferencia organizada por la Congregación para el Clero, 12 de marzo de 2010, vaticano.va