Nuestra Señora, Reina de la Paz a pedro regis 17 de mayo de 2025:
Queridos hijos, ¡ánimo! Mi Jesús lo tiene todo bajo control. Confíen en Él, que ve lo oculto y los conoce por su nombre. El árbol del mal será talado y en la Casa de Dios prevalecerá la verdad. Aún les esperan largos años de duras pruebas, pero al final, la victoria de Dios llegará con el triunfo definitivo de Mi Inmaculado Corazón. No teman. Permanezcan firmes en el camino que les he mostrado y todo les saldrá bien. Recurran a Aquel que es su bien absoluto y los conoce por su nombre. Aléjense del mundo y vivan volcados hacia las cosas del Cielo. La confesión, la Eucaristía, la Sagrada Escritura, el Santo Rosario, la fidelidad a la Iglesia de Mi Jesús y la consagración a Mi Inmaculado Corazón: he aquí las armas que les ofrezco para el gran combate. ¡Adelante sin miedo! Rezaré a Mi Jesús por ustedes. Este es el mensaje que les doy hoy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedaos en paz.
El 15 de mayo de 2025:
Queridos hijos, los enemigos buscan puertas anchas, pero el camino que se les ofrece será el de la puerta estrecha. La verdad de Mi Jesús es eterna y quienes anhelan el Cielo deben abrir su corazón al amor de la verdad. Babel será grande en la Iglesia por culpa de los malos pastores, pero la verdad de Mi Jesús triunfará. Estén atentos y manténganse firmes en el camino que les he señalado. Los enemigos avanzarán, pero encontrarán una gran barrera en quienes defienden la verdad. ¡Ánimo! Soy su Madre y camino con ustedes. Sean fieles a la Iglesia de Mi Jesús. Pase lo que pase, permanezcan fieles a la verdad. El Buen Pastor cuidará de su rebaño. ¡Adelante sin miedo! Este es el mensaje que les doy hoy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Queden en paz.
El 13 de mayo de 2025:
Queridos hijos, llegará el día en que un rey encontrará obstáculos en su palacio. Los enemigos lo rodearán y el sufrimiento será grande para los hombres y mujeres de fe. Hoy, recuerden mi presencia en la pobre Cova da Iria y abran sus corazones a mi llamado a la conversión. Si los hombres hubieran acogido los llamados que hice en Fátima, la humanidad habría encontrado la paz. Sepan todos que mi Señor los ama y los espera. Doblen sus rodillas en oración por la Iglesia. Aún verán horrores en la Casa de Dios, pero la victoria final será del Señor. Les pido que mantengan encendida la llama de su fe. Quienes permanezcan fieles hasta el final saldrán victoriosos. ¡Ánimo! Después de toda la tribulación, el Señor enjugará sus lágrimas y verán la paz reinar en la Tierra. No se retiren. Rezaré a mi Jesús por ustedes. Este es el mensaje que les doy hoy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedaos en paz.