Valeria – La Única Comida

“Tu única y verdadera Madre” a Valeria Copponi el 16 de febrero de 2022:

Hijitos, que la paz y el amor de Jesús estén con todos vosotros. Queridísimos, nunca como en estos tiempos habéis tenido necesidad de amor, pero decidme, sin nosotros, ¿cómo haréis para encontrarlo? En este momento, nuestros hijos solo están pensando en las cosas del mundo, sin saber que lejos de Dios nunca podrán alcanzar la verdadera meta. Si no encontráis la puerta que conduce a Jesús en el Sacramento, estaréis cada vez más lejos de la verdadera vida. La Eucaristía es el único alimento que puede saciar vuestro hambre, pero si os alejáis cada vez más de ella, llegaréis a la muerte eterna. Convertíos, os digo: el tiempo es corto y ya no podréis volver atrás. Cuiden su vida: saben muy bien que hay un solo Alimento que puede saciar su hambre, por lo tanto, comprométanse a nutrirse con él, o perderán la vida, la verdadera vida eterna. [ 1 ]“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, no tendrá sed jamás... De cierto, de cierto os digo, que si no coméis la carne del Hijo del hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida dentro de vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día”. (Juan 6:35, 53-54)
 
Los tiempos se están cumpliendo y de la peor manera; no dejéis pasar los días sin alimentaros de Jesús. Puedes ver cómo la vida humana siempre es difícil: la vida es aterradora en la tierra que el Padre creó para tu alegría. Mis muy amados hijos, elijan aceptar todo lo bueno que Dios ha creado para ustedes: dejen de destruir sus vidas. Acércate a la Eucaristía si deseas vivir eternamente. Os abrazo a mí: procurad no apartaros de mis brazos maternos que sólo quieren conduciros a la vida eterna.
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Notas a pie de página

Notas a pie de página

1 “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, no tendrá sed jamás... De cierto, de cierto os digo, que si no coméis la carne del Hijo del hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida dentro de vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día”. (Juan 6:35, 53-54)
Publicado en Mensajes, Valeria Copponi.