Esta noche, la Madre apareció toda vestida de blanco. El manto que la envolvía también era blanco, ancho, y el mismo manto cubría también su cabeza. Sobre su cabeza había una corona de doce estrellas. La Virgen María tenía las manos juntas en oración; en sus manos un largo santo rosario, blanco como la luz, que llegaba casi hasta sus pies. En el pecho, la Madre tenía un corazón de carne coronado de espinas. Los pies de la Virgen María estaban descalzos y descansaban sobre el globo terráqueo. En el globo estaba la serpiente, sacudiendo la cola con fuerza; La madre lo sostenía firmemente con el pie derecho. Siguió moviéndose con fuerza, pero ella apretó el pie con más fuerza y ya no se movió. El mundo bajo los pies de la Virgen María estaba rodeado por una gran nube gris. La madre lo cubrió completamente con su manto. Bendito sea Jesucristo...
Queridos hijos, gracias por estar aquí en mi bosque bendito, por acogerme y responder a este llamado mío. Hijos míos, los amo, los amo inmensamente y mi mayor deseo es poder salvarlos a todos. Hijos míos, estoy aquí por la inmensa misericordia de Dios; Estoy aquí como Madre de la Humanidad, estoy aquí porque los amo. Amados hijos, esta tarde nuevamente los invito a orar conmigo. Oremos juntos, oremos por la conversión de esta humanidad, cada vez más atenazada por las fuerzas del mal.
En este punto, la Virgen María me dijo: “Hija, oremos juntas”. Mientras rezaba con Ella, la Madre adoptó una expresión melancólica. Luego comencé a tener varias visiones, primero del mundo, luego de la Iglesia. En un momento mi madre se detuvo y me dijo: “Mira, hija, qué mal, mira, qué dolor”.
Entonces ella comenzó a hablar de nuevo.
Hijitos, convertíos y volved a Dios, haced de vuestra vida una oración continua. Que tu vida sea oración. [ 1 ]“…orar siempre sin cansarse.” (Lucas 18:1) Aprende a agradecer a Dios por todo lo que te da y agradécele también por lo que no tienes. [ 2 ]Posible interpretación: nos anima a dar gracias a Dios por todas las cosas, sabiendo que si no tenemos algo, esto no escapa a la infinita sabiduría de Dios, que sabe exactamente lo que necesitamos. Nota del traductor. Él es un buen Padre, Él es un Padre amoroso y nunca dejará que te falte lo que necesitas. Queridísimos hijos, esta noche os pido oración por mi amada Iglesia, no sólo por la Iglesia universal sino también por la Iglesia local. Oren mucho por mis hijos que son sacerdotes. Hijos míos, ayunad y haced renuncias; la Iglesia está en gran peligro. Para ella, será un tiempo de gran prueba y gran oscuridad. No temas, las fuerzas del mal no prevalecerán.
Entonces Madre bendijo a todos.
En el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Publicado en Mensajes, Simona y angela.