Angela – La Palabra es para ser vivida

Nuestra Señora de Zaro di Ischia a Angela el 26 de enero de 2023:

Esta tarde, Madre apareció toda vestida de blanco; el manto que la envolvía también era blanco. Era ancho y cubría su cabeza también. Sobre su cabeza, la Virgen María tenía una corona de doce estrellas resplandecientes. La madre tenía los brazos extendidos en señal de bienvenida. En su mano derecha un largo santo rosario, blanco como la luz. Sobre su pecho había un corazón de carne coronado de espinas. La Virgen María tenía los pies descalzos que fueron colocados sobre el mundo [globo]. Sobre el mundo estaba la serpiente moviendo ruidosamente la cola, pero la Virgen María la sostenía firmemente con su pie derecho. En el mundo se podían ver escenas de guerras y violencia. La Madre hizo un ligero movimiento y cubrió el mundo con parte de su amplio manto. Bendito sea Jesucristo... 
 
Queridos hijos, gracias por estar aquí en mis bosques benditos. Los amo hijos, los amo inmensamente. Hijitos, estoy aquí por la inmensa misericordia de Dios, estoy aquí porque os amo. Amadísimos hijos, hoy os pido de nuevo oración, oración por este mundo envuelto por el mal. Mis muy amados hijos, les pido que aprendan a callar; déjame hablar y aprender a escuchar. Vive mis mensajes. Queridísimos hijos, esta tarde os pido de nuevo que viváis los Sacramentos, que escuchéis la Palabra, que la guardéis. La Palabra es para ser vivida, no cambiada o interpretada.
 
Queridísimos hijos, hoy os digo de nuevo: “Os esperan tiempos difíciles, tiempos de dolor y de retorno a Dios”. Convierte antes de que sea demasiado tarde. Dios es amor y te espera con los brazos abiertos; no le hagáis esperar más. Queridísimos hijos, miren a Jesús en la Cruz. Aprende a permanecer en silencio ante Él. Permítale hablar. Aprende a adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Él está allí esperándote en silencio día y noche. Hijitos muy amados, cuando os digo: “Tiempos difíciles os esperan”, no es para poneros miedo sino para sacudiros, para prepararos. Oren hijos, hagan de su vida una oración continua. Que tu vida sea oración. Sean testigos, no tanto con sus palabras que no se necesitan, sino con su vida.
 
Entonces la Madre me pidió que orara junto con ella sobre el destino de este mundo. Mientras oraba con ella, tuve varias visiones del mundo. Entonces Madre reanudó su discurso.
 
Hijitos, hoy paso entre vosotros, toco vuestros corazones y os bendigo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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Publicado en Mensajes, Simona y angela.