Luisa – ¡Verdadera locura!

Nuestro Señor Jesús al Siervo de Dios Luisa Piccarreta el 3 de junio de 1925:

¡Oh, qué verdad es que mirar al Universo y no reconocer a Dios, amarlo y creer en Él, es una verdadera locura! Todas las cosas creadas son como muchos velos que lo ocultan; y Dios viene a nosotros como velado en cada cosa creada, porque el hombre es incapaz de verlo develado en su carne mortal. El Amor de Dios por nosotros es tan grande que para no deslumbrarnos con Su Luz, asustarnos con Su Poder, avergonzarnos ante Su Belleza, aniquilarnos ante Su Inmensidad, Él se vela en lo creado. cosas, para venir y estar con nosotros en cada cosa creada, más aún, para hacernos nadar en su misma Vida. ¡Dios mío, cuánto nos amaste y cuánto nos amas! (3 de junio de 1925, Vol. 17)


 

Sabiduría 13: 1-9

Necios por naturaleza eran todos los que ignoraban a Dios,
y que por las cosas buenas vistas no llegó a conocer al que es,
y del estudio de las obras no distinguió al Artesano;
En cambio, o el fuego, o el viento, o el aire veloz,
o el circuito de las estrellas, o el agua poderosa,
o las lumbreras del cielo, los gobernantes del mundo, los consideraban dioses.
Ahora bien, si por el gozo de su hermosura los consideraran dioses,
hágales saber cuánto más excelente es el Señor que éstos;
porque la fuente original de la belleza los formó.
O si fueron golpeados por su poder y energía,
que se den cuenta de estas cosas cuánto más poderoso es el que las hizo.
Porque de la grandeza y la belleza de las cosas creadas
su autor original, por analogía, se ve.
Pero, sin embargo, para éstos la culpa es menor;
porque tal vez se han extraviado,
aunque busquen a Dios y deseen encontrarlo.
Porque buscan afanosamente entre sus obras,
pero se distraen con lo que ven, porque las cosas que ven son bellas.
Pero, de nuevo, ni siquiera estos son perdonables.
Porque si hasta ahora tuvieron éxito en el conocimiento
que pudieran especular sobre el mundo,
¿Cómo no encontraron más rápidamente a su Señor?

 

Romanos 1: 19-25

Porque lo que de Dios se puede conocer les es manifiesto, porque Dios se lo manifestó.
Desde la creación del mundo, sus atributos invisibles de poder eterno y divinidad
han podido ser entendidos y percibidos en lo que ha hecho.
Como resultado, no tienen excusa; porque aunque conocían a Dios
no le dieron gloria como a Dios ni le dieron gracias.
En cambio, se volvieron vanos en su razonamiento, y sus mentes sin sentido fueron oscurecidas.
Mientras decían ser sabios, se convirtieron en necios…
Por tanto, Dios los entregó a la impureza a causa de las concupiscencias de sus corazones.
para la mutua degradación de sus cuerpos.
Cambiaron la verdad de Dios por una mentira
y reverenció y adoró a la criatura antes que al creador,
quien es bendito para siempre. Amén.

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Publicado en Luisa Piccarreta, Mensajes.