Luz – Vosotros sois su rebaño

La Santísima Virgen María para Luz de María de Bonilla  el 17 de enero de 2023:

Amados hijos de mi Corazón: los bendigo con mi maternidad, los bendigo con mi amor. Al final mi Inmaculado Corazón triunfará. La Iglesia de mi Hijo vivirá momentos de confusión en los que la niebla no os permitirá ver claramente el origen de las innovaciones dirigidas al Cuerpo Místico de mi Hijo, y que son contrarias a la Tradición de la Iglesia.

Amados hijos: Los llamo a no perder la fe, sino a aumentarla, anticipando, con el conocimiento de la Sagrada Escritura, cómo cumplir la Ley de Dios y los Sacramentos, que serán confusos para los demás. Al final mi Inmaculado Corazón triunfará. Los conflictos dentro de la humanidad serán mayores. El dragón infernal os está atacando continuamente enviándoos desamor, envidia y falta de respeto para que neguéis la fraternidad, siendo esto parte de la decadencia moral en que estáis viviendo. La Iglesia de Mi Hijo se ha dividido. Hijitos, no os desviéis de los principios del Evangelio. Mi Hijo os ama: sois Su rebaño.

Hijitos, debéis adorar a mi Hijo continuamente, sin descanso, para que la bestia infernal no envenene vuestro pensamiento. Permanezcan en oración, reparando y asemejándose a mi Divino Hijo. No temas enfrentar la persecución; guardad la fe, sin olvidar que los que están en la verdad de la fe son grandemente bienaventurados en no ocultar ser cristianos y en no dejarse engañar. Al final mi Inmaculado Corazón triunfará. Todas las personas en la Iglesia son piedras espirituales del edificio de la Iglesia: todos son importantes en este edificio. Os tengo de la mano para que no os extraviéis ante los actos deslumbrantes del Anticristo. Vosotros conocéis a mi Divino Hijo, y sabéis que no necesita espectáculo para demostrar que es Dios.

Oren hijos, oren por toda la humanidad, para que pueda distinguir la verdad.

Oren, hijos, oren, ante la guerra que yace dormida.

Oren, hijos, oren: la fuerza de la naturaleza seguirá azotando al hombre por toda la tierra.

Oren, hijos, oren: el sol mantendrá al hombre en vilo.

Oren, hijos, oren: la oscuridad vendrá sin ser solicitada.

Oren, hijos, oren: ustedes son los hijos de mi Divino Hijo; sois amados y llamados por Él a permanecer fieles y firmes en la Fe.

Hijitos, lo que vendrá para la humanidad será duro: es purificación. Por tanto, mantengan su fe continuamente alimentada. Amados hijos: Mi Divino Hijo permanece con vosotros y recibiréis la corona de gloria por permanecer fieles al verdadero Magisterio. No estas solo. Las legiones angélicas vendrán a esos hijos fieles que esperan con amor y paciencia el gran momento del Triunfo Final, sin desesperación, pero con fe, adorando a mi Divino Hijo en espíritu y verdad.

Os bendigo con mi maternidad, os bendigo con mi amor.

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Comentario de Luz de María

Hermanos y hermanas, meditemos:

“Sin fe es imposible agradar a Dios, porque el que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a los que le buscan” (Heb. 11:6).

“La fe [es] la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).

Y en el Catecismo de la Iglesia se nos dice:

Artículo 2 – Creemos:

La fe es un acto personal, la respuesta libre de la persona humana a la iniciativa de Dios que se revela. Pero la fe no es un acto aislado. Nadie puede creer solo, así como nadie puede vivir solo. No te has dado fe, como no te has dado vida. El creyente ha recibido fe de otros y debe transmitirla a otros. Nuestro amor por Jesús y por nuestro prójimo nos impulsa a hablar a los demás de nuestra fe. Cada creyente es, pues, un eslabón en la gran cadena de los creyentes. No puedo creer sin ser llevado por la fe de los demás, ya través de mi fe, ayudo a apoyar a otros en la fe. (#166)

Se enfatiza la necesidad de ser fraternos y humildes, no pensando que somos tan inteligentes que nos olvidamos de Dios. Esto no quiere decir que nuestra Madre tenga desprecio por la inteligencia, pero esto es diferente de ser sabio, ya que el sabio lleva su inteligencia a la razón sin apresurarse, buscando siempre la ayuda divina.

Amén.

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Publicado en Luz de María de Bonilla, Mensajes.