Luz – Sean Hacedores de la Voluntad del Padre

La Santísima Virgen María para Luz de María de Bonilla el 11 de agosto de 2022:

Amados hijos de mi Inmaculado Corazón, ustedes son mi gran tesoro, y mi corazón late aceleradamente de amor por cada uno de ustedes. Como el río que sigue su curso y en algún punto llega a su desembocadura, así cada uno de vosotros, hijos, habéis sido creados por el Padre Eterno, para que seáis coherederos, con mi Hijo, de la vida eterna. Pueblo de mi Hijo, la mundanalidad os está contaminando constantemente, por eso debéis fortaleceros continuamente con la Sagrada Escritura, yendo al Sacramento de la Reconciliación y recibiendo a mi Divino Hijo en el Sacramento de la Eucaristía.

En este momento, la humanidad está preocupada por el cuidado del cuerpo físico, dejando de lado el cuidado del espíritu. Veneráis tanto el cuerpo físico y habéis dejado de lado a mi Hijo; lo habéis desterrado, lo despreciáis: no le conocéis y no le amáis... Construís relaciones personales sin el consentimiento de mi Hijo, separándoos de la Iglesia... Creáis vuestra propia espiritualidad y lo hacéis a vuestra manera; fabricáis una relación personal con mi Divino Hijo para disimular la rebeldía y el orgullo que esconden algunos de mis hijos.

El género humano debe ser fraterno y vivir en comunidad como manda mi Hijo. La fraternidad conduciría a menos luchas, envidias, discordias, egoísmos, a un menor deseo de apropiación por parte de las grandes potencias, y habría menos conflictos. Hijitos, es la locura humana la que está haciendo caer en este tiempo a toda la humanidad al precipicio del olvido; sí, el olvido que está llevando a la humanidad al punto en que no podrá detener la guerra. 

La búsqueda de armas avanzadas es el objetivo mayor de las potencias en este momento, y poseer armamento es el objetivo de algunas pequeñas naciones que son satélites comunistas y que, en este momento, se preparan para ser delegadas del comunismo en sus regiones. Del mismo modo, otras potencias están abrazando a varios países y proporcionándoles armamento con supuestos fines defensivos en países que no poseen armas. Mi Divino Hijo condena ambas posiciones.

La guerra actual está generando un gran desastre y generará el gran desastre de la humanidad y de la Tierra, dejándola yerma. Así vive un gran número de mis hijos, con el corazón vacío de Dios, en total aridez, vagabundos sin rumbo, en estado de agonía y negándose a ser sanados. Así, los que no se conviertan, aun en el último momento, serán reflejos de la devastación en que quedará la Tierra, tras la decisión de ciertas potencias de iniciar la devastación de la humanidad lanzando armamentos provenientes del mismo infierno. El pueblo de Mi Hijo no debe ser cómplice de estos actos tan fuertemente condenados por mi Divino Hijo.

Oren hijos míos, oren, el interés nacional ha generado guerra y la seguirá generando.

Oren hijos míos, oren, ustedes no ven que la naturaleza está manifestando una fuerza nunca antes vista como preludio de lo que está por venir.

Oren hijos míos, oren, ustedes son hijos del mismo Padre, no ignoren el sufrimiento de sus hermanos y hermanas en este momento.

Oren hijos míos, oren, la Iglesia de mi Hijo está siendo engañada; continuar sin perder la fe.

Oren, hijos míos, oren, una nación tras otra se involucrará en la guerra.

Amados hijos de mi Corazón, sed hacedores de la voluntad del Padre. Nada es tuyo; todo es de Dios. La escasez aumentará; a medida que pasa el tiempo, añorarás lo que tienes ahora. Te asombraría saber cómo naciones que parecen neutrales tienen compromisos con potencias que, aprovechando el territorio de esos países, observan a sus oponentes en guerra. La locura del hombre aumenta el peligro de destrucción humana y de la naturaleza.

¡Cómo se aflige el corazón de mi Divino Hijo! ¡Cómo mi Hijo es herido una y otra vez por la desobediencia de sus hijos y la obsesión de juntar a todas las naciones con el Anticristo y los poderosos del mundo! La humanidad está sufriendo y sufrirá. Cada país se protegerá cuidando sus fronteras y, sin embargo, prácticamente ningún país protegerá la salvación espiritual de su pueblo. Ha estallado una bomba… Las consecuencias no tardarán en llegar; sin ser indiferente, sé cauteloso. De un momento a otro, la humanidad se verá sumida en la temida Tercera Guerra Mundial.

Hijitos, prepárense, permanezcan en oración por sus hermanos y hermanas que, con el paso del tiempo, partirán hacia los países de América del Sur para ser acogidos. Hijos míos, aumenten la paz interior en sus vidas para que el Diablo no los use como personas que azotan a sus hermanos y hermanas. No basta con parecer bueno; debéis trabajar y actuar como Mi Hijo os manda y vivir siendo testigos del amor, la caridad, el perdón, la esperanza y la fe. Sin miedo, buscad siempre el bien, dad testimonio del amor de mi Hijo, sed criaturas del bien y predicad hasta que ya no podáis más.

Orad y proteged a los ancianos; dadles amor en las familias, y sed lámparas que iluminen su camino.

Este es el tiempo. Sin temor a lo que está pasando y pasará, encomiéndense a la Santísima Trinidad, ya que sus hijos no serán abandonados. Permítanme guiarlos por el camino correcto; venid a mí y sed mansos, sed humildes y sed hijos que están seguros de que nunca seréis desamparados. No temáis: “¿No estoy yo aquí que soy vuestra Madre?” Mis amados hijos, los bendigo.

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado
Dios te salve María, pura, concebida sin pecado
Dios te salve María, pura, concebida sin pecado 

Comentario de Luz de Maria

Hermanos y hermanas: al recibir este mensaje de nuestra Santísima Madre, vi su expresión triste, y ella me indicó la locura humana de la ambición por el poder mundial. Ella compartió conmigo Su dolor por las vidas que se perderán en una guerra que se intensifica, en un tiempo que se vuelve más difícil para nosotros, a medida que las amenazas se hacen realidad. 

Nuestra Madre Santísima me mostró la insensatez de quienes continúan moviéndose a otros países por placer, siendo este un momento en el que nos enfrentamos a serias amenazas cuyo tono y realismo se intensifican. Las armas se llevan de un país a otro bajo la apariencia de ejercicios militares.

A Nuestra Santísima Madre le duele ver que gran parte de la humanidad sigue negando el peligro global y el peligro en países donde está por ocurrir un grave caos social. Pero sobre todo, Nuestra Santísima Madre compartió conmigo el dolor de su Divino Hijo por la ingratitud de los seres humanos que se niegan a acercarse a Cristo y se niegan a convertirse. 

Versión para imprimir, PDF y correo electrónico
Publicado en Luz de María de Bonilla, Mensajes.