Luz – Verás la luna roja

La Santísima Virgen María para Luz de María de Bonilla el 5 de abril de 2023:

Amadísimos hijos de mi Corazón, os amo y os llevo en mi vientre. Mi Divino Hijo permanece en Betania, orando y velando (cf. Jn 12, 1-8). Así también cada uno de mis hijos debe permanecer siempre en oración y velar para no enredarse en las cosas del mundo, porque el ser humano es tentado y débil, si no ora y fortalece su fe. Permanecer en oración significa, al mismo tiempo, invitar a mi Divino Hijo a trabajar y actuar con ustedes... significa convertirse en "nada" para que la Santísima Trinidad sea todo en ustedes... significa vivir el Amor Divino y dejarse nutrir por él, dejándose que el Amor Divino sea lo que obra y actúa dentro de ti.

Amados hijos, tengan presente que el Diablo siempre está al acecho (I Pedro 5:8-11), y si mis hijos caen en sus redes, el Diablo entra, y cuando encuentra una puerta abierta, sabe que los seres humanos tienen debilidades; y con su malvada inteligencia, golpea una y otra vez donde sabe que mis hijos son más débiles.

Hijitos míos, a quien más le costó vivir con los demás discípulos de mi Hijo fue a Judas, a quien, teniendo una personalidad fuerte, le costaba comprender tan grande amor en mi Hijo. Mi Divino Hijo tuvo una paciencia infinita con Judas, lo excusaba delante de los demás apóstoles, aunque Judas le reprochaba a mi Divino Hijo no querer saber nada de los reinos de la tierra. 

¡Qué valor hay en una criatura humilde! ¡Qué sabiduría posee una criatura humilde! Por eso os llamo a la humildad, hijos: sólo la humildad mantiene a mis hijos en la ecuanimidad. El orgullo no es buen compañero, sino que causa descontento con vuestros hermanos y hermanas hasta romper los lazos de la fraternidad. (cf. Proverbios 6:16-19). En este día de luto, este Miércoles Santo de tristeza, de dolor infinito, Judas se reunió con los Rabinos del Sanedrín y acordó entregar a mi Divino Hijo con un beso por 30 monedas. (cf. Mt 26, 14-16).

Amados hijos, ¡cuántas personas andan por la tierra sembrando discordia, repitiendo lo que oyen sin saber si lo que oyen es cierto! Cuántos rompen con un hermano o una hermana con una palabra dicha en envidia, esa envidia que el Diablo logró implantar en Judas y que sigue replicando en los seres humanos, especialmente en los que tienen envidia de mis verdaderos instrumentos. En este momento en que se define el sufrimiento de la humanidad, comienza la pasión de la humanidad. Aunque algunos de mis hijos se burlen de los anuncios de la Casa del Padre, como Madre seguiré insistiendo hasta el último momento.

Os encontráis en tiempos de sufrimiento. Verás la luna roja, preludio de la sangre que se derramará en los conflictos de la humanidad, de las persecuciones, el hambre, los levantamientos sociales y el avance de la guerra. Todo esto os llena de temor y angustia, y como seres humanos, lo desconocido os atemoriza, sin considerar que la fidelidad de mis hijos a mi Divino Hijo no queda sin fruto y que estáis protegidos y seréis protegidos por aquella fe que no flaquea.

Consagrad vuestros hogares a la Preciosísima Sangre de mi Divino Hijo en estos días santos, con la oración que nace en el corazón de cada uno.

Amados hijos, los bendigo, los amo.

Madre María

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Comentario de Luz de María

Hermanos y hermanas, oremos juntos:

 

Señor, dame de Tu Amor para que pueda caminar sin cesar; 

ayúdame a hacer el bien sin vacilar,

aun cuando todos estén en mi contra y me hagan sufrir.

 

Dame valor para permanecer firme en la fe

y fidelidad para nunca negarte, aun cuando

Me rechazan y los demás se burlan de mí.

 

Señor, dame fuerzas para seguir siendo fiel a Ti,

y que no tenga miedo de sufrir por Ti;

que entienda que no hay gloria sin cruz

ni cruzar sin un verdadero hijo.

 

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Comentario de Luz de María

Los invito a orar, unidos como hermanos y hermanas:

Santo, Santo, Santo, corazón de mi dulce Jesús,

hoy estás ante aquel a quien amaste,

ante el que enseñaste,

ante aquel a quien tomaste de Tu mano,

y hoy te traicionará. 

Santo, Santo, Santo, mi dulce Jesús,

Nunca traicionas al traidor: lo amas, lo amas.

No miras las pretensiones humanas de una criatura,

pero en él ves a todos aquellos que, con el tiempo,

traicionaré a Tu Iglesia y te crucificaré una y otra vez.

Santo, Santo, Santo, Señor del perdón,

Reparas sacrilegio, pero no sólo el de Judas,

Reparas los sacrilegios de este tiempo

en el cual muchos, por amor a los intereses mundanos,

traicionarte y cometer sacrilegio contra Ti. 

Santo, Santo, Santo, Señor del Amor,

con ternura miras a todos los que caen una y otra vez;

desde Tu Gloriosa Cruz los levantas con ternura

sin mirar el número de caídas; solo ves a tu criatura

y os embargáis de amor, y decís:

“Toma mi mano, aquí estoy, no estás solo, estoy contigo”.

 

Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, consuélame.

Oh buen Jesús, escúchame.

Dentro de Tus Llagas, escóndeme.

No permitas que me aleje de Ti.

Del mal enemigo, defiéndeme.

En la hora de la muerte, llámame

y mándame ir a ti,

para que con tus santos te alabe

siglos de los siglos.

Amén.

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Publicado en Luz de María de Bonilla, Mensajes.