Visita de San Padre Pío a Manuela Strack el 15 de enero de 2025 en Sievernich, Alemania:
Veo una hermosa bola de luz que entra en la habitación. Ahora veo que el Santo Padre Pío me visita. Viene y me pregunta:
“¿Quieres rezar el Rosario conmigo?”
M[anuela]: “Sí. ¿Cuál rezamos, Padre?”
Padre Pío: “Hoy rezamos juntos los misterios dolorosos. A veces la gracia cuesta algo. ¿Quieres hacerlo todo por Jesús?”
M.: “Sí.”
Padre Pío: “Bien, entonces pondremos todo en esta oración del Rosario: todo lo que hacéis por Él y por todos los que os son queridos. ¿Queremos rezar también por vuestros enemigos?”
M.: “Sí.”
Padre Pío: “Oremos por su conversión.”
“Permaneced firmes en vuestra fe. La Santa Confesión es peligrosa porque es la conversión de corazones a Jesús, por lo que es peligrosa para el diablo. A través de la Santa Confesión podéis llegar al Cielo si vuestro arrepentimiento es honesto y genuino. Las almas son arrebatadas al diablo. No era raro que la gente esperara 14 días para una santa confesión conmigo. Temprano por la mañana se paraban frente a mi iglesia. Eran personas que vivían en relaciones, relaciones de amor, que no eran santas. Querían convertirse, pero ¿cómo? Así que les hablé. Después de una confesión sincera, me dejaron como personas nuevas. Habían encontrado la fuerza en Jesús para renunciar a sus relaciones por Él y comenzar una vida santa.
“El Señor también me mostró, y yo les hice notar, que encontrarían personas que ahora los apoyarían en su camino hacia Jesús. Por eso son tan importantes las amistades cristianas y los grupos de oración. En ellos, encontrarán apoyo cristiano para su vida; son grandes pilares de oración. Manténganse firmes en la fe católica y dejen todo lo que esté publicado donde está. ¡Vivan su fe, ella los santifica! Cualquiera que hayan sido antes de su confesión… si se arrepienten sinceramente… serán una persona diferente después. ¡Ahora vengan, recemos por las almas!”