¡Mis amados hijos! Continuad con firmeza rezando diariamente el Santo Rosario. Que os anime en la santa perseverancia el ejemplo de todos los santos, que rezaban a diario esta oración tan querida para mí porque me honraban y me amaban. Sabían que el verdadero amor y reverencia por mí los uniría para siempre con el amado Dios Triuno. Orad también por las almas del Purgatorio que están pidiendo oraciones, para que a través de la oración se les abran las puertas del Cielo. Los sumerjo en el amor del Corazón de Jesús y el mío.
Publicado en Martín Gavenda, Mensajes.