

¡Mis amados hijos! Mi deseo para ti hoy es que crezcas en una fe firme, en una profunda reverencia, en un amor ferviente y humilde, y en el respeto al Salvador presente en la Sagrada Eucaristía. Quien ama a mi Hijo también observará fielmente lo que Él dijo. Recíbanlo siempre con un corazón puro y dispuesto en unión con Mi Corazón Inmaculado, y la luz de Dios estará en ustedes. Como Madre, exhorto al arrepentimiento a aquellos que viven en pecado grave y, sin embargo, llegan a la Sagrada Comunión. ¡No pueden hacerlo! Que se arrepientan mientras tengan tiempo. Los sumerjo en el amor del Corazón de Jesús y el mío.
Publicado en Martín Gavenda, Mensajes.