Hay dos formas de abordar los tiempos que se desarrollan: como víctimas o protagonistas, como espectadores o líderes. Tenemos que elegir. Porque ya no hay término medio. Ya no hay lugar para los tibios. No hay más vacilaciones sobre el proyecto de nuestra santidad o de nuestro testimonio. O estamos todos por Cristo, o seremos acogidos por el espíritu del mundo. La buena noticia es que podemos y deben ¡conviértase en participantes activos del Triunfo de Nuestra Señora!
Read Tiempo de guerra de nuestra señora at La palabra ahora.