Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y os amo. Estén atentos para no ser engañados. Buscad la Luz del Señor, pues sólo así podréis disipar toda ceguera espiritual. Estáis viviendo el tiempo de la gran batalla espiritual, y sólo aquellos que sean firmes en la oración podrán soportar el peso de las pruebas que se avecinan. La humanidad se dirige hacia un futuro doloroso. Lo que es falso será aceptado como verdad, y los que aman y defienden la verdad serán rechazados. Sufro por lo que te pasa. Oración, confesión, Eucaristía y Sagrada Escritura: estas son las armas para vuestro gran combate espiritual. ¡Coraje! No te retires. Este es el mensaje que os doy hoy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estar en paz.
Publicado en Mensajes, pedro regis.