Valeria – Mi Iglesia: Ni católica ni apostólica

Jesús, Hijo unigénito a Valeria Copponi el 5 de octubre de 2022:

Mis muy amados hijitos, continúen con sus oraciones, no Me desamparen; Yo di Mi vida por ti en la Cruz y en estos tiempos Mis sufrimientos son todavía tantos, y debo exhortarte a permanecer cerca de Mí con tus ofrendas. [ 1 ]“Ofrendas” en el sentido de ofrecer el sufrimiento y las dificultades a Dios junto con los méritos de Cristo por el bien de la Iglesia y la salvación de los pecadores, no principalmente en términos de ofrendas monetarias (aunque no se excluye la limosna). y oraciones de adoración. Vuestro Jesús sufre especialmente a causa de Mi Iglesia, que ya no respeta Mis mandamientos. Hijitos, deseo tener oraciones de ustedes por Mi Iglesia que, lamentablemente, ya no es católica, ni apostólica romana. [en su conducta]. [ 2 ]Estas dos frases pueden parecernos inicialmente generalizaciones chocantes, pero deben ser entendidas responsablemente en el contexto del género de la revelación privada, que no emplea el mismo lenguaje que la teología dogmática o los pronunciamientos magistrales. Al igual que en el Antiguo y el Nuevo Testamento, la amonestación divina cuando se expresa a través de los profetas, y por Jesús mismo, frecuentemente emplea elementos de hipérbole para llamar nuestra atención (por ejemplo, “si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y tíralo”). lejos" (Mt 18, 9). El sentido del presente mensaje debe ser claro, a saber, que mientras el Señor continúa identificándose con la Iglesia como suya, en la práctica se ha apartado de lo que significa ser auténticamente católica, apostólica y romana, y tiene una necesidad urgente de renovación. Como encontramos subrayado en muchas otras fuentes, esta renovación debe realizarse tanto por iniciativa divina como por colaboración humana a través de la oración y la penitencia. Este tema de un retorno de la Iglesia a sus raíces después de un tiempo de apostasía que condujo a una purificación radical es consistente con toda la tradición mística católica moderna, comenzando con la beata Anne-Catherine Emmerich y la beata Elisabetta Canori Mora a principios del siglo XIX. Oren y ayunen para que Mi Iglesia vuelva a ser como Yo quiero que sea. Aprovechen siempre Mi Cuerpo para que Él los mantenga obedientes a Mi Iglesia. Hijos míos, vuestros tiempos terrenales están llegando a su fin; [ 3 ]En los mensajes a Valeria Copponi, expresiones como “tiempos terrenales” parecen significar tiempos en la tierra en su estado actual antes de su transformación por el Espíritu Santo y la venida del Reino de la Divina Voluntad. No implican que la vida en este planeta como tal esté llegando a su fin de manera inminente. por eso os digo y os repito: alimentaos de Mi Cuerpo y orad a Mi Padre para que tenga todavía compasión de vosotros. Vuestra Madre os llora, pero la multitud de vosotros no la podéis consolar. Mi Padre todavía tiene muchos lugares, [ 4 ]En el cielo (implícito). nota del traductor pero trata de merecerlos; de lo contrario el diablo juntará vuestras almas. Yo, Jesús, os suplico: consolad a Mi Madre que vuelve a experimentar las penas del tiempo de Mi Pasión. Ustedes, hijos Míos que Me escuchan, oren, sean un buen ejemplo para todos Mis hijos que ya no creen en Dios. Que Mi bendición descienda sobre vosotros y vuestras familias.
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Notas a pie de página

Notas a pie de página

1 “Ofrendas” en el sentido de ofrecer el sufrimiento y las dificultades a Dios junto con los méritos de Cristo por el bien de la Iglesia y la salvación de los pecadores, no principalmente en términos de ofrendas monetarias (aunque no se excluye la limosna).
2 Estas dos frases pueden parecernos inicialmente generalizaciones chocantes, pero deben ser entendidas responsablemente en el contexto del género de la revelación privada, que no emplea el mismo lenguaje que la teología dogmática o los pronunciamientos magistrales. Al igual que en el Antiguo y el Nuevo Testamento, la amonestación divina cuando se expresa a través de los profetas, y por Jesús mismo, frecuentemente emplea elementos de hipérbole para llamar nuestra atención (por ejemplo, “si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y tíralo”). lejos" (Mt 18, 9). El sentido del presente mensaje debe ser claro, a saber, que mientras el Señor continúa identificándose con la Iglesia como suya, en la práctica se ha apartado de lo que significa ser auténticamente católica, apostólica y romana, y tiene una necesidad urgente de renovación. Como encontramos subrayado en muchas otras fuentes, esta renovación debe realizarse tanto por iniciativa divina como por colaboración humana a través de la oración y la penitencia. Este tema de un retorno de la Iglesia a sus raíces después de un tiempo de apostasía que condujo a una purificación radical es consistente con toda la tradición mística católica moderna, comenzando con la beata Anne-Catherine Emmerich y la beata Elisabetta Canori Mora a principios del siglo XIX.
3 En los mensajes a Valeria Copponi, expresiones como “tiempos terrenales” parecen significar tiempos en la tierra en su estado actual antes de su transformación por el Espíritu Santo y la venida del Reino de la Divina Voluntad. No implican que la vida en este planeta como tal esté llegando a su fin de manera inminente.
4 En el cielo (implícito). nota del traductor
Publicado en Valeria Copponi.