Temprano y muchas veces el Señor, Dios de sus padres,
envíales sus mensajeros,
porque tuvo compasión de su pueblo y de su morada.
Pero se burlaron de los mensajeros de Dios,
despreció sus advertencias y se burló de sus profetas,
hasta que la ira del Señor contra su pueblo se encendió tanto
que no había remedio.
—De hoy Primera lectura de 2 Crónicas 36
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él.
... Y este es el veredicto,
que la luz vino al mundo,
pero la gente prefería la oscuridad a la luz,
porque sus obras eran malas.
—De hoy Evangelio de Juan 3