Luz – El alimento del alma es la Sagrada Eucaristía…

Mensaje de La Santísima Virgen María a Luz de María de Bonilla el 10 de enero de 2024:

Amados hijos de mi Corazón, reciban mi amor, mi paz y mi confianza en la Voluntad del Dios Trino. Vengo a traerles la Divina Voluntad para recordarles el amor con el que deben vivir en medio de toda tribulación. Hijitos, sois hijos de mi Santísimo Hijo, sois hijos del amor con el que mi Divino Hijo se entregó por vosotros para redimiros del pecado. Nacieron de mi Corazón y los tengo dentro de él, intercediendo por cada uno de ustedes.

Amados hijos de mi Inmaculado Corazón, estáis viviendo tiempos predichos para toda la humanidad y sin embargo, en medio de estos acontecimientos dolorosos para la humanidad, todavía no clamáis a mi Divino Hijo por el perdón de vuestros malos hábitos, por el perdón y la verdadera arrepentimiento por ir en contra de las Enseñanzas de mi Divino Hijo. La humanidad está inmersa en el mal, el cual se extiende con mayor fuerza y ​​deja su estela de amargura, odio, rencor, venganza y desobediencia en el corazón de Mis hijos, sean tibios, conocedores o ignorantes de la Palabra Divina. Por eso, hijos, no penséis que lo sabéis o estáis conscientes de todo: podéis flaquear de un momento a otro. El alimento del alma es la Sagrada Eucaristía; recíbelo y mantén la paz.

Mis amados y fieles hijos, estáis experimentando el sufrimiento de la humanidad en general. Lo vaticinado viene con fuerza: los mares se agitan desde el fondo marino, moviendo las aguas, que se desatan contra las ciudades costeras. Tsunamis silenciosos llegarán a los países sin previo aviso. Hijitos, no seáis descuidados con el mar, de un momento a otro se agitará y sufriréis por el exceso de confianza y la desobediencia a los llamados a la prudencia.

Las lluvias serán más intensas, los relámpagos proclamarán un llamado de alerta respecto del próximo cumplimiento de lo profetizado; los que no creyeron lo harán y con miedo verán lo que se avecina para la humanidad. Entonces lo que el Cielo permita se llamará “proyectos de ciencia mal utilizada”, y no verán que la Santísima Trinidad les está diciendo que se conviertan. La tierra temblará, las naciones sabrán de terremotos, los cuales se sentirán con gran intensidad, siendo esto debido a la influencia del sol sobre la Tierra, provocando verdaderos desastres. Sin ser negligentes, hijos, estad dispuestos a permanecer en estado de gracia. (cf. 2 Cor. 12, 9; 2 P. 1:2) con la firme intención de cambiar en tu trabajo y comportamiento diario. El tiempo será imposible de predecir; Las variaciones climáticas te sorprenderán: los cambios serán motivo de temor. Sin saber lo que se avecina, la ansiedad se apoderará del género humano.

Oren, hijos, oren. La costa oeste de Estados Unidos conocerá el dolor; la risa se convertirá en lágrimas.

Oren hijos, oren por Medio Oriente, oren por Israel, el Sagrado Corazón de mi Divino Hijo continúa sangrando, dolorido por tanta muerte.

Oren hijos Míos, oren por Indonesia, oren por Australia; sufrirán debido al movimiento de la tierra.

Orad, hijos Míos; Oren para que la fe crezca en cada uno de ustedes y salgan de este enfriamiento de la fe.

Oren hijos Míos, oren por Corea del Norte; actuará en contra de la lógica humana.

La conversión es necesaria (ver Hechos 3:19) para que seguís en el camino de mi Divino Hijo. Os encontráis en tiempos apocalípticos. El avance tecnológico os ha llevado a ser inestables de espíritu y os habéis olvidado de mi Divino Hijo. Mira la iniquidad en que vives. Miren cómo se comporta cada uno de ustedes. Miren dentro de ustedes y cambien, de lo contrario les resultará más difícil diferenciar el bien del mal. Se mire donde se mire, hay contaminación por falta de amor, desgana respecto a la fe y apatía ante el cambio. ¡Tantos signos y señales se muestran ante vosotros y aún así permanecéis en la mundanalidad!

Los llamo a continuar con un cambio espiritual duradero; Salvad vuestras almas, hijitos. Sean de Mi Divino Hijo. Llevad con vosotros los sacramentales, sin olvidar el Rosario. Hijitos, para que los sacramentales ejerzan su protección sobre vosotros, debéis estar reconciliados con mi Divino Hijo y con vuestros hermanos. (cf. Mt 5, 23-24), debéis vivir los Mandamientos, recibir a mi Divino Hijo en la Sagrada Eucaristía, habiendo confesado previamente, y orar. Mi amor permanece con cada uno de ustedes; mantened vuestra confianza en esta Madre que no os abandonará. Hijitos, vivid sin hacer daño al prójimo. Sed fraternos: no seáis causa de división (cf. 5 Tes. 15:6; Lc. 35:XNUMX). Sabéis que mi Divino Hijo no os abandonará y esta Madre os protegerá en toda ocasión. Te amo.

Madre María

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

Dios te salve María, pura, concebida sin pecado

 

Comentario de Luz de María

Hermanos y hermanas en Cristo,

Nuestra Madre Santísima nos llama a ser amorosos, fraternos y misericordiosos; ella nos llama a ser obedientes, a ser más de su Divino Hijo y a vivir a su semejanza, haciendo y soportando el bien para tener esa paz interior que no nos permita caer en el miedo o el pavor. Aunque veamos signos de este tiempo en el que vivimos y nos recuerden los descritos por el profeta Daniel, conocer la palabra de la Sagrada Escritura y ponerla en práctica nos ayuda a cumplir el deseo de tener una fe firme y fuerte que nos lleve hacia conversión. La naturaleza nos sorprende últimamente con su agresión; es como si quisiera lavar la tierra del pecado del hombre. Hermanos y hermanas, meditemos las palabras de Nuestra Madre y oremos por todos los hombres y por nosotros mismos.

Amén.

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Publicado en Luz de María de Bonilla.