Nuestra Señora Reina de la Paz a pedro regis el 16 de diciembre de 2023:
Queridos hijos, las redes falsas no pescan almas para el Cielo. Los verdaderos pescadores de almas beberán la amarga copa del sufrimiento. Por culpa de malos pastores, muchas almas caminarán hacia un gran abismo espiritual. Amar y defender la verdad. Mi hijo Jesús es la verdad absoluta del Padre y sin Él no sois nada y nada podéis hacer. Apártate del mundo y vive vuelto hacia las cosas del Cielo. Es en esta vida, y no en otra, que debéis dar testimonio de que sois del Señor. No se desanime. Te amo y siempre estaré contigo. Orar. Sólo con el poder de la oración se puede vencer el mal. ¡Adelante en defensa de la verdad! Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estar en paz.
El 18 de diciembre:
El 19 de diciembre:
Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y he venido del Cielo para ayudaros. Sed mansos y humildes de corazón, porque sólo así podréis amar y servir fielmente al Señor. Os pido que seáis valientes y que busquéis dar testimonio en todas partes de la verdad de mi Jesús. La humanidad se ha vuelto espiritualmente ciega porque los hombres se han alejado del Creador. ¡Volver! Mi Señor espera mucho de ti. Tienes libertad, pero lo que digo hay que tomarlo en serio. Eres importante para la realización de mis planes. Escúchame. Estáis viviendo un tiempo de dolor y sólo a través de la fuerza de la oración alcanzaréis la victoria. No olvides: en tus manos, el Santo Rosario y la Sagrada Escritura; en tu corazón, el amor a la verdad. Esté atento para no dejarse engañar. En Dios no hay medias verdades. La verdad será eclipsada y muchas almas se alejarán de Dios. El espejo brumoso no mostrará la Voluntad de Dios. Pase lo que pase, permaneced fieles al Evangelio y a las enseñanzas del verdadero Magisterio de la Iglesia de mi Jesús. ¡Adelante sin miedo! Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estar en paz.