Simona – Sean llamas de amor encendidas para el Señor

Nuestra Señora de Zaro di Ischia a Simona el 26 de marzo de 2024:

Vi a mamá, estaba vestida de blanco; sobre su cabeza llevaba un manto gris claro que también cubría sus hombros y bajaba hasta sus pies descalzos, los cuales estaban colocados sobre el globo terráqueo. La madre tenía las manos en forma de taza y una pequeña llama encendida entre ellas. Alabado sea Jesucristo...

Mis queridos hijos, os amo y gracias por haber respondido a este llamado mío. Hijos míos, sed llamas de amor encendidas para el Señor. Hijitos, formad cenáculos de oración, que cada casa esté perfumada de oración; sean un cenáculo, sean pequeñas iglesias domésticas. Hijos, orad y enseñad a otros a orar; que vuestra vida sea oración; amar y enseñar a otros a amar. Recuerden, hijos: “Os reconocerán por el amor que tenéis unos a otros” (ver John 13: 35). Hijos, amar no significa decir sí a todo lo que el mundo os pide, sino saber discernir; significa poner a Dios en primer lugar. Amar significa entregarse por completo al Señor.

Hijos míos, no esperéis ser perfectos para amar al Señor, o nunca lo amaréis. Él te ama tal como eres, con tus fortalezas y debilidades. Esto no significa contentarse con los errores sino, con el amor de Cristo, tratar de crecer y no volver a cometer los mismos errores. Entreguen sus vidas a Cristo, ámenlo y traten de imitar su amor, ese amor por el cual Él lo dio todo hasta el sacrificio supremo. Él dio su vida por cada uno de vosotros para daros la salvación; Él os amó y os ama con un amor inmenso. Él se entregó como Pan Vivo para alimentar vuestros cuerpos y vuestras almas. Y ustedes, hijos míos, ¿qué hacen por Él, qué le ofrecen? Hijos míos, el Señor no necesita grandes gestos; Él te ama: ámalo, atesíralo, adóralo. Hijos míos, amad a mi amado Jesús.

Ahora te doy mi santa bendición. Gracias por haberme apresurado.

 

 
 

 

 

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Publicado en Mensajes, Simona y angela.