Queridos hijos, dame tus manos. Te diriges a un futuro lleno de obstáculos. Quiero caminar contigo. Sea obediente a Mi Llamado. Eres posesión del Señor y Él te espera con inmenso Amor Paternal. Apártate del mundo y sirve al Señor con fidelidad. No te apartes de la oración. Este es el momento adecuado para su regreso. La humanidad necesita la paz y solo a través del poder de la oración puede obtenerla. La oración te acerca a Mi Hijo Jesús, y Él es tu paz. Conozco a cada uno de ustedes por su nombre y les pido que sean como Jesús en todo. No quiero forzarte, pero lo que digo debe tomarse en serio. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que os doy hoy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estar en paz.
Publicado en Mensajes, pedro regis.